Entre balas y estallidos jugaba, me divertía
sin dar importancia a lo que ocurría a mi
alrededor. No veía el horror que los nazis provocaban, me daba cuenta poco a
poco de que cada día mi mundo se hacía más y más gris. Nací en Alemania, mi
padre era oficial del partido nazi y nunca me faltó de nada. Mi madre intentaba
ocultarme lo que sucedía, me decía cosas como que aquello no era una guerra
sino un cambio. Tiros, bombas… todo aquello me horrorizaba, pero al no tener
conocimiento alguno de la causa de las muertes, los ruidos ni de aquel humo
gris que llenaba el cielo, solo pensaba en divertirme colgando cuerdas de un
cañón y columpiándome. Poco tiempo después me di cuenta de todo, los
alrededores de mi casa olían a muerte, ya no quería jugar, ni divertirme, solo
quería huir. Pensaba, y me daba cuenta de que estaba completamente en contra de
las ideas de mi padre, ojalá pudiese hacer algo por cambiar el curso de las
cosas, ojalá pudiese hacer que mi padre demostrase a toda aquella gente el
mismo cariño que me demostraba a mí. Pero yo solamente era un niño…
Fuente:
JORGE ÁLVAREZ GARCÍA .4º
ESO
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