Cucarachas, así nos llamaban.
Para ellos solo éramos basura, nos mataban a machetazos, como si fuéramos
perros. Había gente de todas las edades, enfermedades por todos lados.
Nos alimentábamos como
podíamos, vivíamos en unas condiciones que no eran saludables para ninguno de
nosotros. Había mujeres embarazadas, niños recién nacidos… ninguno de ellos
pasaba más de dos días de vida junto a nosotros. Teníamos que ingeniárnosla,
para intentar conseguir escapar de aquel lugar tan espantoso. Recuerdo aquel
día como si fuera hoy. Algunas personas que estábamos allí dentro, intentamos
escaparnos por debajo de una verja, que rodeaba todo el campo. Íbamos saliendo
uno por uno, haciendo el menos ruido posible; pero nuestra victoria no se
consiguió, he visto como mataban a niños de una forma inhumana, he sufrido
mucho, al ver como mataban a gente que era tan querida para mí. Hoy en día, doy
gracias a Dios, por poder seguir aquí con vida. No pasa un solo día, que no
recuerde todo lo que allí vivimos, una gran familia unida, intentando huir de
aquellos hombres sin corazón.
Sheila Pérez Villanueva
Me gusta este relato me gusto mucho porque para mí, es el que refleja de forma más precisa, las condiciones en las que tuvo que verse esa gente. es una pena que no estuvieras entre las elegidas para votarte. Enhorabuena!
ResponderEliminarun saludo