sábado, 9 de febrero de 2013

Alistamiento en el ejército



Estábamos  muy  contentos  por  alistarnos en el ejército, porque íbamos  a defender  nuestra patria y nuestro país.
Cuando empezamos  no nos  gustó mucho lo de matar gente, personas como nosotros, pero lo hacíamos por nuestro país. Al cabo de unos meses nos queríamos ir a casa con nuestras familias, de las que no sabíamos nada de ellas. La guerra no se acababa y cada vez nos quedábamos con menos compañeros  y el ejército  no nos mandaba refuerzos. Al  final el coronel  nos dijo que  nos fuéramos  a casa  a visitar a nuestras familias  y nuestros hijos. Pasó un año y la guerra había llegado a su fin. Para mí y  mis compañeros  que sobrevivieron  esta  guerra nos dio una lección  de lo que es sufrir y ver a tantos compañeros muertos en una masacre mundial. Esta guerra  me dio mucho sufrimiento pero al mismo tiempo  alegría por sacar a mi país de la pobreza y de la crisis que  sufríamos en aquellos malos tiempos. Ahora estoy con mi familia pasándolo  bien  y disfrutando de estos buenos tiempos con mi hijo  y mi mujer Rosa. Rosa consiguió  trabajo en una carnicería de Inglaterra y yo estoy  trabajando en una mina en el norte  de New Castel. A mi hijo Carlos solo le queda un año de instituto. Esta fue la vida de un soldado. 

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