Tenia tres años y me llevaron sin
saber por qué, mi madre estaba llorando y mi padre corría detrás del coche en
el que me llevaban. Después de dos años seguía recordando a mis padres. Dormía
en el suelo de un bosque, me obligaban a utilizar armas y matar con ellas. Un día
me dijo otro niño de 8 años que a sus padres se los llevaron y los asesinaron, así que yo pensé que les había pasado algo igual a mis padres. Pero después
de 10 años los volví a ver y mi madre no sabia quien era, se habían olvidado de mi, hasta que les dije que era yo, su hijo, entonces mi madre se echó a llorar y
le pregunté por mi padre. Ella no sabia donde estaba, pensaba que estaba muerto, porque pasaron doce años y mi madre no lo había vuelto a ver desde que estuvo
corriendo detrás de aquel coche.
Después me preguntó que había estado haciendo
esos doce años, así que le dije que me estuvieron enseñando a usar armas y que me
dejaban una semana para poder verlos, pero que tendré que volver al ejercito y tendré que ir a
una guerra que no sé ni dónde es ni nada, pero creo que estaré bien. Una semana después
me vinieron a buscar a mi casa, mi madre me despidió llorando y me dijo que
estaba orgullosa de mi y que me cuidara mucho y que si veía a mi padre le diría
que estaba bien y que volviera a casa.
Durante el camino me fijé y no vi
a nadie, no había nadie, sólo un señor mayor llorando, me bajé del coche y le
pregunte qué le pasaba, por qué lloraba, por qué estaba allí solo y si no tenia
familia. El me dijo que habían pasado doce años, iba detrás de un coche que
estaba llevándose a su hijo y dejó a su mujer por buscar a su hijo. Yo me di
cuenta de que ese niño era yo y que él era mi padre. Yo le conté mi historia y él se dio cuenta que me parecía a su hijo.
El niño estuvo más años en el ejército, pero sus padres ya no volvieron a saber nada de él, hasta que un día le llevaron las cosas de su hijo, su hijo había muerto.
Foto pagina:
BRENDA ORDÓÑEZ DÍAZ 1º ESO
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