Llevo a mis espaldas
un gran peso, pero en realidad nada me importa con tal de que mi mejor amigo se
salve. Le han pegado un tiro y afortunadamente, yo llegué en el momento justo
para salvarlo. Mi respiración va a mil por hora mientras huía con él por
salvarme yo también, fueron los momentos más críticos de mi vida.
Mi compañero llamado
Eduardo se salvó gracias a mí pero como he dicho no me importa con tal de
salvarlo, fue evolucionando en el Hospital de campaña, después de 2
operaciones, fue trasladado desde la base al hospital en nuestro helicóptero de
salvamento de urgencias. Al poco tiempo todos mis amigos (el oficial, jefes, capitanes … ) me dieron todas las
gracias por colaborar en ayudar a los demás compañeros heridos.
Mis sentimientos
cuando estaba en plena guerra era muy fuertes porque a mí me dolía mucho ver
morir y ver derramándose la sangre de muchas personas tanto conocidas
como no conocidas, en esos momento pensaba en mi y en mi familia que es lo que
mas me preocupaba, pensando que si yo moría aquí ellos no supieran la verdad de
cómo desaparecí, el dolor tan fuerte que tendrían cuando se enteraran de lo que
sucediera, pero en estos momentos estoy vivo y puedo contarlo con mis propias
palabras.
Ahora mismo sigo vivo
pero ahora mismo no soy ya militar del ejercito, sino, ayudando a más personas heridas
que llegan de las guerras que ahora mismo podían desaparecer, porque este
mundo no se merece guerras, porque en ellas mueren miles de personas
que este mundo necesita, que Dios afortunadamente me dio suerte tanto a mí como
a mi amigo Eduardo.
Las tres cosas que más me gustaría en este
mundo es:
-Que no haya guerras
- Que las personas se
lleven bien
- Que no se derrame
más sangre por el mundo
Con este texto breve
me despido con un gran abrazo para todos.
JUAN
DONCEL RODRÍGUEZ 2º ESO
me parece un relato que tenia que ganar por que es muy bueno.
ResponderEliminarun saludo